La hernioplastía inguinal laparoscópica es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo utilizado para reparar una hernia inguinal, que ocurre cuando una parte de tejido, como el intestino, sobresale a través de un punto débil en la pared abdominal en la región de la ingle. Es una técnica moderna que ofrece una recuperación más rápida y menos dolor en comparación con la cirugía abierta tradicional.
¿Qué es y cuándo se usa?
La hernioplastía inguinal laparoscópica se usa para tratar:
- Hernias inguinales unilaterales o bilaterales.
- Hernias recurrentes: Después de una reparación previa.
- Hernias asintomáticas detectadas en chequeos médicos.
- Casos en los que el paciente prefiere una recuperación más rápida.
Una hernia inguinal puede causar molestias, dolor o complicaciones como encarcelamiento (cuando el tejido queda atrapado) o estrangulación (cuando se interrumpe el suministro de sangre).
Órganos involucrados
- Pared abdominal: Área afectada por el defecto herniario.
- Contenido herniario: Puede incluir tejido graso, intestino delgado, o en algunos casos, vejiga.
- Canal inguinal: Zona donde se encuentra el defecto.
¿Cómo se realiza el procedimiento?
- Preparación:
- Se administra anestesia general.
- Se desinfecta el área quirúrgica.
- Durante la cirugía:
- Se realizan 3 pequeñas incisiones en el abdomen.
- A través de estas, se introduce un laparoscopio con cámara para visualizar el interior.
- El cirujano identifica el defecto herniario y devuelve el contenido (intestino u otro tejido) a su posición correcta.
- Se coloca una malla quirúrgica sobre el defecto para reforzar la pared abdominal y prevenir recurrencias.
- La malla se fija con grapas especiales o adhesivos quirúrgicos.
- Finalización:
- Se verifica que la malla esté bien posicionada.
- Se retiran los instrumentos y se cierran las incisiones con suturas o adhesivos.
Tiempo aproximado del procedimiento
- Duración promedio: 45 minutos a 1.5 horas, dependiendo de la complejidad de la hernia (unilateral o bilateral).
Profesionales y personal involucrado
- Cirujano general o especialista en cirugía laparoscópica: Realiza el procedimiento.
- Anestesiólogo: Administra y supervisa la anestesia general.
- Enfermera instrumentista: Maneja las herramientas quirúrgicas.
- Enfermera de quirófano: Brinda apoyo logístico durante la cirugía.
- Personal de recuperación postquirúrgica: Supervisa al paciente tras la intervención.
Posibles exámenes previos
- Examen físico: Para diagnosticar la hernia.
- Ecografía o tomografía computarizada (TC): Si el diagnóstico no es claro o se sospechan hernias bilaterales.
- Análisis de sangre: Para descartar infecciones o evaluar el estado general del paciente.
- Electrocardiograma y radiografía de tórax: En pacientes mayores o con antecedentes cardiovasculares.
Contraindicaciones
El procedimiento podría no ser adecuado en casos como:
- Inestabilidad hemodinámica: Riesgo elevado bajo anestesia general.
- Cirugías abdominales previas extensas: Que dificulten el acceso laparoscópico.
- Enfermedades graves no controladas: Como trastornos de coagulación sin tratamiento.
Ventajas y riesgos
Ventajas:
- Recuperación más rápida.
- Menor dolor postoperatorio.
- Cicatrices más pequeñas.
- Opción ideal para hernias bilaterales o recurrentes.
Riesgos:
- Lesión de órganos cercanos, como la vejiga o vasos sanguíneos.
- Formación de seromas (acumulación de líquido).
- Recurrencia de la hernia (muy poco común).
- Infección de la malla quirúrgica.
Recuperación
- Hospitalización: Alta generalmente el mismo día o en 24 horas.
- Reincorporación a actividades normales: Entre 1 y 2 semanas, evitando esfuerzos físicos intensos durante 4 a 6 semanas.
- Cuidados postoperatorios:
- Control del dolor con analgésicos.
- Higiene de las heridas para prevenir infecciones.
La hernioplastía inguinal laparoscópica es una solución segura y eficaz para reparar hernias, ofreciendo una mejor calidad de vida al paciente. Si necesitas más información o deseas agendar una consulta, nuestro equipo médico está a tu disposición para ayudarte.