La cirugía oncológica es un enfoque quirúrgico utilizado para el tratamiento de diversos tipos de cáncer. Su principal objetivo es eliminar los tumores cancerosos, ya sea de manera total o parcial, y en algunos casos, reconstruir áreas afectadas o realizar procedimientos para aliviar los síntomas relacionados con el cáncer. Dependiendo del tipo de cáncer, la localización del tumor, el estadio de la enfermedad y la salud general del paciente, la cirugía oncológica puede ser un tratamiento curativo, paliativo o adyuvante (complementario a otros tratamientos como quimioterapia o radioterapia).
A continuación, te ofrecemos una descripción detallada de los aspectos más importantes de la cirugía oncológica, los procedimientos asociados y los cuidados postoperatorios.
¿Qué es y cuándo se usa?
La cirugía oncológica se utiliza en varios contextos, dependiendo del tipo y estadio del cáncer:
- Cirugía curativa: Se realiza cuando el tumor puede ser completamente extirpado, eliminando la enfermedad. Este tipo de cirugía es más común en cánceres detectados en etapas tempranas.
- Cirugía paliativa: Se lleva a cabo para aliviar los síntomas de un cáncer avanzado, cuando no es posible eliminar el tumor completamente. El objetivo es mejorar la calidad de vida del paciente al reducir el dolor, la obstrucción o las hemorragias.
- Cirugía adyuvante: Se realiza después de otros tratamientos como la quimioterapia o radioterapia, con el fin de eliminar cualquier célula cancerosa restante. A menudo, se lleva a cabo en cánceres en estadios intermedios o avanzados.
- Cirugía preventiva: En algunos casos, se puede realizar una cirugía para prevenir el desarrollo de cáncer en personas con alto riesgo genético o familiares, como en el caso de la mastectomía profiláctica en mujeres con mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2.
¿Cómo se realiza el procedimiento?
La cirugía oncológica puede implicar una amplia variedad de enfoques, que incluyen:
1. Resección del tumor (tumorectomía):
- Tumorectomía: Es la extirpación del tumor junto con una pequeña cantidad de tejido circundante normal para garantizar que no queden células cancerosas en los bordes de la extirpación.
- Extirpación de ganglios linfáticos: Los ganglios linfáticos cercanos pueden ser removidos durante la cirugía para determinar si el cáncer se ha diseminado. Esto ayuda a determinar el estadio de la enfermedad.
2. Extirpación radical (cirugía radical):
- Cirugía mayor: En algunos casos, cuando el tumor es grande o está en una ubicación compleja, se puede realizar una extirpación más extensa. Esto puede incluir la remoción de una parte significativa de un órgano (por ejemplo, una sección del colon, pulmón, hígado, etc.) o incluso un órgano completo, como en una mastectomía (extirpación de la mama) o prostatectomía (extirpación de la próstata).
3. Cirugía reconstructiva:
- Después de la extirpación de grandes tumores o de órganos completos, puede ser necesaria una cirugía reconstructiva para restaurar la apariencia o la función de la zona afectada. Por ejemplo, en casos de cáncer de mama, se puede realizar una reconstrucción mamaria.
4. Cirugía mínimamente invasiva (laparoscopia):
- Laparoscopia: En algunos tipos de cáncer, se puede realizar una cirugía mínimamente invasiva, utilizando una cámara y pequeños instrumentos a través de incisiones pequeñas. Esto puede reducir el tiempo de recuperación y las complicaciones postoperatorias.
5. Cirugía combinada con otros tratamientos:
- Cirugía combinada: A veces, la cirugía se realiza en combinación con otros tratamientos, como la quimioterapia o radioterapia, antes o después de la intervención para reducir el tamaño del tumor, eliminar células cancerosas residuales o reducir el riesgo de recurrencia.
Órganos involucrados
Los órganos afectados por el cáncer pueden variar dependiendo de la localización del tumor. Algunos ejemplos comunes de órganos involucrados son:
- Mama: Mastectomía (extirpación de la mama) o cirugía conservadora de mama (tumorectomía).
- Colon y recto: Hemicolectomía, resección de colon, colectomía.
- Pulmones: Lobectomía pulmonar o neumonectomía.
- Hígado: Hepatectomía (extirpación parcial o total del hígado).
- Vejiga urinaria: Cistectomía (extirpación de la vejiga).
- Prostata: Prostatectomía.
- Páncreas: Pancreatectomía.
Exámenes previos
Antes de la cirugía oncológica, se suelen realizar diversos exámenes para evaluar la extensión del cáncer y el estado general del paciente. Estos exámenes incluyen:
- Biopsia: Para obtener una muestra del tumor y confirmar el diagnóstico de cáncer.
- Tomografía computarizada (TC): Para visualizar la extensión del cáncer y detectar metástasis o afectación de órganos cercanos.
- Resonancia magnética (RM): Utilizada especialmente para ver con más detalle tejidos blandos, como el cerebro, mama o pelvis.
- Ecografía: Para ver la localización del tumor y guiar procedimientos quirúrgicos.
- Exámenes de sangre: Incluyen pruebas para evaluar la función del hígado, los riñones y otros órganos, así como marcadores tumorales que pueden indicar la presencia de cáncer.
Contraindicaciones
La cirugía oncológica no siempre es posible o recomendable en todos los pacientes. Algunas de las contraindicaciones incluyen:
- Condiciones médicas graves: Como insuficiencia cardíaca, renal o hepática severa, que aumentan el riesgo de complicaciones durante y después de la cirugía.
- Cáncer metastásico en fase terminal: Cuando el cáncer se ha diseminado a muchos órganos y no es posible lograr una remisión significativa.
- Infecciones graves o no controladas: En pacientes con infecciones generalizadas que puedan complicar la cirugía.
- Edad avanzada y condiciones debilitantes: En pacientes muy mayores o aquellos con un estado de salud general debilitado, la cirugía puede presentar riesgos elevados.
Ventajas y riesgos
Ventajas:
- Eliminación del tumor: El principal beneficio de la cirugía oncológica es la extirpación del tumor, que puede ofrecer una cura en casos de cáncer localizado.
- Mejora de la calidad de vida: La cirugía puede aliviar síntomas dolorosos, como obstrucciones o sangrados.
- Posibilidad de tratamiento combinado: La cirugía puede complementarse con otros tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia para aumentar las posibilidades de éxito.
Riesgos:
- Infección: Como con cualquier cirugía, existe el riesgo de infección postoperatoria en las incisiones.
- Sangrado: Durante la cirugía pueden producirse sangrados significativos.
- Daño a órganos cercanos: Si el tumor está cerca de estructuras importantes, como nervios o vasos sanguíneos, puede haber riesgo de daño a esos órganos.
- Recurrencia del cáncer: Aunque se haya extirpado el tumor, existe el riesgo de que el cáncer regrese, por lo que a menudo se requiere seguimiento y tratamientos adicionales.
Recuperación
La recuperación postquirúrgica depende de varios factores, como el tipo de cirugía realizada, la salud general del paciente y si se han realizado otros tratamientos complementarios. En general:
- Hospitalización: Puede variar de unos pocos días a semanas, dependiendo de la magnitud de la cirugía.
- Tiempo de recuperación: La mayoría de los pacientes tarda de 4 a 6 semanas en recuperarse completamente, aunque algunas cirugías pueden requerir más tiempo, especialmente si hubo complicaciones.
- Dieta postoperatoria: En muchos casos, los pacientes deben seguir una dieta especial después de la cirugía, comenzando con líquidos y progresando a alimentos sólidos según la tolerancia.
La cirugía oncológica es un tratamiento fundamental para muchos tipos de cáncer, y su éxito depende de varios factores, incluyendo el tipo de cáncer, su estadio y la salud general del paciente. Con un enfoque integral y un seguimiento adecuado, muchos pacientes pueden experimentar una mejora significativa en su calidad de vida o incluso la curación total. Si tú o alguien que conoces está considerando este tipo de cirugía, es importante discutir todas las opciones disponibles con un oncólogo especializado. ¡Estamos aquí para brindarte el apoyo que necesitas!
